jueves, 4 de enero de 2007

MeLaNcOLía...



Hermano, tú que tienes la luz, dime la mía.
Soy como un ciego. Voy sin rumbo y ando a tientas.
Voy bajo tempestades y tormentas,
ciego de ensueño y loco de armonía.

Es es mi mal. Soñar. La poesía
es la camisa férrea de mil puntas cruentas
que llevo sobre el alma. Las espinas sangrientas
dejan caer las gotas de la melancolía.

Y así voy, ciego y loco, por este mundo amargo;
a veces me parece que el camino es muy largo,
y a veces que es muy corto...

Y en este titubeo de aliento y agonía,
cargo lleno de penas lo que apenas soporto.
¿No oyes caer las gotas de mi melancolía?

Ruben Darío

martes, 2 de enero de 2007

Para aquellos que siguen soñando...



Porque en nuestro interior aun hay un niño que sueña con ser pirata y que su imaginación no tiene fin; ni las guerras, ni las bombas lo despiertan...porque aun tiene esperanza, porque al menos yo aun tengo esperanza por un mundo mejor... Espero que disfruteis de la canción. Un abrazo



Yo que subí el Himalaya en dos horas montado de un gran caracol
Y lo bajé al trotecito silbando bajito así como si nada
Yo que he toreado en Las Ventas cuatro dinosaurios al rayo del sol
y por las noches nos fuimos borrachos perdidos los cinco de fiesta.
Yo que baje al infierno en bicicleta,
yo que bailé con el diablo un rock and roll

Yo que en un salto al vacío llegue sin rasparme al centro de la tierra,
y en la mitad del camino me cruce a Julio verne cansado de andar
yo que en la cancha de Boca enseñe Maradona a jugar con la izquierda
Y yo que de ojitos cerrados vencí a Bonavera en el Luna Park
Yo que inventé... la palabra fortaleza,
yo que escapé nadando de Alcatraz

Mira como tiemblo dentro de tu abrazo
y húmedo de voz a la intemperie
me derribo y pierdo todo lo ganado
tan pequeño voy de mi canción... a tu verso

Yo que me voy por las noches a cantar baladas en los cementerios,
siempre hay algún que otro muerto que me hace un corito y se pone a bailar
Yo que pescando en el río atrapé una ballena con un Pinocho dentro
Yo que sin polvo de estrellas volé a los confines de Nunca Jamás
Yo q dicté a moisés los mandamientos...
Yo que burlé las leyes del azar...

Mira como tiemblo dentro de tu abrazo
y húmedo de voz a la intemperie
me derribo y pierdo todo lo ganado
tan pequeño voy de mi canción... a tu verso

domingo, 31 de diciembre de 2006

¡¡AdiOs 2006!!

El año 2006 da sus últimos suspiros de vidilla, y si me paro a hacer un poco de balance del año, la verdad es que han habido muchas penas y difucultades, aunque con alguna que otra buena noticia y muchas muestras de apoyo...aquí destaco los más importantes para mí este año...

Año 2006, año en el que acabé mi carrera, pese a todas las dificultades, jeje año en el que he descubierto la maravillosa amistad que me une a mis tres niñas de mis ojos que son Tere, Mónica y Maria. Por todo lo que hemos vivido juntos y por el apoyo incondicional que he recibio de ellas, además de las risas...GRACIAS



Año 2006, año en el que nos dejó nuestro amigo Pepe, su ejemplo, su forma de enseñar y su labor en las catequesis, han sido una fuente de inspiración para mí pero sobretodo porque fue y es un amigo y un compañero que jamaás olviadré. Sé que él es feliz ahora y que nos ve a todos desde el cielo. Nunca te olvidaré Pepe, GRACIAS.

Año 2006, año en el que entré de lleno en mi labor de docente; casi este es el aconteciemiento más relevante del año y el que más trabajo me va a costar olvidar. Para mí un sueño cumplido era poder trabajar de lo mío pero más aun en el sitio en el que lo hago ahora. Soy profesor marista y eso me llena de orgullo. Sé que aun tengo mucho camino que recorrer, pero poco a poco y con la ayuda de Dios lo conseguiré, porque no hay regalo más bonito que educar y formar a personitas tan divertidas y cariñosas como son mis alumnos, por mi clase, mis 25 "alumnos" que tanto quiero, por mis compañeros de trabajo, en especial a Isaac y Cristina, y por mi Colegio, mi segunda casa...GRACIAS

Año 2006, año feliz en mi familia, feliz...supongo que porque las cosas no nos van del todo mal en casa, cierto es que cada vez nos cuesta más estar todos juntos pero cuando lo hacemos, cuando conseguimos estar juntos los 7...somos la mejor familia del mundo. Gracias a mis padres por soportar mis tensiones antes de empezar a trabajar, con los exámenes, mi mal humor, mis nervios, gracias a mis hermanos sencillamente por ser como son y por aceptarme a mí tal y como soy, ellos son mi mejor tesoro. y gracias a mi abualita por...estar siempre en casa, jeje porque a pesar de todo la quiero un tako. GRACIAS

Y como no, en este año, lleno de añegrías y de tritezas, he descubierto que no se puede vivir sin AMIGOS, sin gente que te de un abrazo cuando de verdad lo necesitas, que está contigo cuando crees q nadie cree en ti y que está dispuesta a artirse de la risa contigo y a disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, Gracias a Carlos por su incondicional amistad, por sus envíos de musica, jeje por las noches en el Magia y Música, jeje gracias a Almu, las noches temáticas son grabndes y tu lo eres más!! Gracias a mi grupo de referencia somos una comunidad que camina unida y eso me da fuerzas pa seguir adelante...no cambieis nunca, gracias a Lola, Soraya, Jorge, Conchi, Paredes, Elenita, Rosa, Miriam...sois LUZ en mi camino,Molina, te llevo en el corazón, Antonio y Pablo, mi grupo de Vida Cristiana, porque ya son 4 años creciendo juntos y vivienodo el mensaje de Jesús viernes a viernes, mi grupo de GA porque me han acogido este año de arte y vamos a crecer hasta llegar lejos lejos, ya vereis y porque para mí es un honor acompañaros en vuestro crecimiento de fe. Gracias al Proyecto Bolivia (sin palabras) y gracias tambien a todos lo que estais ahí siempre que necesito algo....de verdad, GRACIAS. Prometo que el año que viene no os fallaré a ninguno.

































































Diario de un viajero...

Me gustaría que leyerais esta reflexión antes de acabar el año, a mi me ha dado mucho que pensar y más ahora en estas fechas donde el consumismo me inavade por todos lados...FELIZ AÑO


"Hace un par de días escuché en la radio una entrevista a Carmen Sarmiento; en ella comentaba algunas de las experiencias vividas durante la época en q realizó para TVE los documentales sobre los marginados, los excluídos de la tierra, hombres y mujeres cuyo día a día se desarrolla entre la pobreza y la escasez (de derechos, de bienes, de esperanza, de futuro,...).

En uno de los países a los q su trabajo y sus inquietudes la llevaron, creo q Mozambique (no estoy seguro, aunque bien podría haber sido cualquier otro país del Tercer Mundo), el pescado era un manjar reservado sólo para unos pocos afortunados; en los hogares de la gente del pueblo a lo más q llegaban era a comer de tarde en tarde una pequeña porción que servían desmenuzada en trozos pequeñísimos mezclados con el plato fuerte, en general arroz. Un día en que, junto a su chófer y guía, almorzó en un restaurante pidió para comer pescado a la plancha (un pescado entero para ella sola). Hacía semanas q no disfrutaba tanto de una comida, pues le encanta el pescado; cuando acabó y sólo quedaban las espinas en el plato su compañero de mesa miró los restos y con una voz neutra, carente de reproches o de cualquier otra emoción perceptible a primera vista le dijo: "con ese pez podría haber comido mi familia una semana entera". En ese momento se vió invadida por multitud de emociones y decontradicciones, una mezcla de vergüenza, sentimiento de culpa, alivio por no pertenecer a esa realidad tan dura, sensación de ser un fraude, de no estar ayudando en absoluto a esta gente, de ser una mera impostora como el resto, de no implicarse lo suficiente en un problema que nos atañe todos,...


Sus palabras hicieron aflorar espontáneamente las lágrimas en mis ojos y me trajeron a la memoria una situación similar que viví hace unos meses en mi último viaje; iba de vuelta al hotel en Phnom Phen, la capital camboyana, tras unas clases de ingles que impartí durante un par de días a unos niños el extrarradio de la gran ciudad, acompañando por el profesor titular, cuando nos encontramos a tres de nuestros alumnos (mis preferidos, por cierto) e hicimos el trayecto final todos juntos. Al llegar al hotel quedaron maravillados por el buen aspecto q ofrecía el alojamiento y me preguntaron por el precio, así como el del desayuno o la comida que es irrisorio respecto al nivel europeo al que estamos habituados; ante las respuestas ellos admitieron humildemente q estaba muy lejos de sus posibilidades económicas. Igual q el chófer de Carmen, hicieron el comentario de una forma natural, como algo q es sabido e irremediable, y por tanto no hay q darle más vueltas, pero a mí me quedó una sensación de vergüenza y culpabilidad tremenda. Esto es lo q nos diferencia: en el devenir diario como "turista" siempre heintentado esforzarme por ser su igual y no hacer ostentación occidental y q como tal me vean, haciendo desaparecer la idea q ellos tienen de que por venir de un país más desarrollado q el suyo y ser su docente o el que paga sus servicios en trasportes, alojamiento y hosteleria, somos superiores, y creo q lo estoy consiguiendo; pero una vez q se deja el aula se hace patente q pertenecemos a mundos distintos.


En otras ocasiones (paseando por la calle, al visitar un hospital,observando la precariedad de las viviendas,...) tuve esa misma sensación, la mezcla de vergüenza, culpabilidad y alivio por pertenecer a un mundo a años luz de esa realidad en la q durante unos meses transcurrían mis horas. Sé q ni yo ni la gente de a pie q habitamos casualmente este otro mundo, esta otra realidad, somos culpables de esta gran diferencia, de este abismal agravio comparativo q se establece con solo echar un vistacito a la superficie de la vida en esos países, pero a ratos no puedo evitar preguntarme qué parte de responsabilidad como habitante del Mundo me corresponde y qué papel puedo desempeñar, por ínfimo q sea, para acortar aunque sea un milímetro las distancias entre ellos y yo, entre esa chabola q carece de cualquier tipo de condiciones dignas y mi casa (ahora con ascensor), entre ese barracón de madera atestado de enfermos, humedad y bichos pululando a su antojo y el reluciente quirófano en el q trabajo, entre ese río de mierda corriendo a ambos lados de la calle y una avenida de cualquiera de nuestras ciudades, entre ese plato de arroz como única comida del día y las exquisiteces q cualquier noche cenamos en un restaurante, entre esa pobreza digna y la indignidad de pijos de mierda que observo entre mucha de la gente q me rodea acá.

Tal vez penseis q continúo anclado en una absurda idea adolescente de querer salvar al mundo de sus miserias o en la eterna utopía del reparto equitativo de la riqueza, y quizás estéis en lo cierto, no lo sé (sé muy poco, cada vez menos), pero sigo sin poder entender, por inocente q hasta a mí me parezca esta idea, cómo se puede permanecer impasible ante esta realidad tan dura en la q se desarrolla la vida de tantos seres humanos en el mundo. Razones hay miles (políticas, económicas,...), lo sé, pero ninguna de ellasle vale a mi conciencia ni a mi alma cuando pienso en un niño que muere deshidratado por no tener agua potable, o de una simple neumonía por falta de antibióticos, o de hambre, o por una bomba que le estalló encima por culpa del petróleo que mana bajo sus pies y que cuatro cabrones en el mundo ansían poseer, o de SIDA porque los condones son una ofensa contra Dios,... o simplemente de ignorancia y de olvido. No lo entiendo, no me parece justo, ni razonable ni coherente... Y tal vez os parezca infantil, pero estar a este lado de la barrera menudo me produce vergüenza y alivio a la par"